"Los modelos para armar de Adriana Lasarte están trabajados desde la gracia. Y si bien el arte no tiene sexo, elige el arte de género. Así, la estrategia de sus paper dolls es una fluyente manera de recrear el hobby de los 40 y los 50, cuando la muñeca constituía una auténtica caracterización de vida social. Con acentos pop y alguna inflexión kitsch, Lasarte corta molde y pega canutillos, precisa bordados y aplica pintura sobre papel y relieves, con una naturalidad tan clara como si las mismas correspondieran a una femme-maison. Y por ahí, su paper doll puede llevar nombre y apellido. Y está muy cierto que tanto Isabel Sarli como Eva Perón tengan entrada en su maison de entretejidos sueños, donde la realidad es una ficción posible. Porque la estética es un pronunciamiento en el cual, por sobre las semiosis, importa que el artista no deje de inventar sus propios sueños."
J.M.Taverna Irigoyen
Miembro de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes.